Investigación

 

En 2018, la Fundación Europea Sociedad y Educación (EFSE) en España y el Centro de Estudios sobre los Pueblos y Culturas de Habla Portuguesa de la Universidad Católica Portuguesa (CEPCEP), asumieron el diseño, desarrollo y monitorización de un programa experimental en liderazgo para una educación integral, en un conjunto de 15 escuelas públicas españolas y portuguesas, que atienden a niños en situación de especial adversidad. 

«Son numerosas las voces que, desde diversos sectores, coinciden en subrayar la calidad del profesorado y de los directores de los centros como el factor más decisivo en la mejora de la educación»

Miguel Ángel Sancho. Presidente de la Fundación Europea Sociedad y Educación

Con este tipo de liderazgo se pretende contribuir a la implantación de una intervención educativa para el desarrollo integral de niños y jóvenes (Whole Child Development, WCD) que, a través de la función directiva, aspira, por una parte, a crear una cultura de cambio, impulsada por directores y equipos directivos motivados y, por otra, a involucrar a toda la comunidad escolar. 


Liderazgo para una educación integral en contextos desfavorecidos (LEI)

Tras nueve meses de reflexión y de estudio, el equipo de investigación de España y de Portugal alcanzó a concretar el programa LEI en un Documento de Bases, acompañado de un Resumen Ejecutivo en el que puede consultarse también una síntesis de su marco conceptual y dominios de actuación.

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Básicamente, el decálogo del programa LEI se concreta en 10 rasgos específicos:

1 Pone el énfasis en la educación integral del estudiante
Aspirar a una educación integral no es solo, ordenar el caos o conformarse con la adquisición de determinadas competencias, con dominar rutinas, con manejar herramientas, con interiorizar destrezas o con desarrollar habilidades al servicio de la profesión o de la vida. Va más allá: educar a cada ser humano es ayudarle a completarse a sí mismo, es decir, aprender a ser hombre, a ser mujer; ello significa estimular hábitos, generar y comunicar valores, sobre todo, intelectuales y morales, porque son estos los que nos hacen crecer y nos distinguen como seres humanos, nos capacitan para la reflexión y para la acción, configuran nuestra conciencia y capacitan nuestra libertad, es decir, personas cuya razón ordena y cuya orientación ético-moral asigna una finalidad y un sentido a todo lo que hacen.
2 Atiende las diferentes dimensiones que integran cada persona, considerada como un todo indisociable
La educación de cada estudiante, a lo largo de su paso por la escuela, debería basarse en la aspiración de que todas las dimensiones de su persona estén relacionadas en el proceso de enseñanza-aprendizaje; y, asimismo, en depositar en todos ellos altas expectativas, sean cuales sean las condiciones o dificultades imputables a su origen social o cultural, a su raza, sexo o religión.La educación de cada estudiante, considerado desde su radical dignidad y sujeto de una acción educativa integral, debería aspirar a entrelazar todas las dimensiones que consideramos constitutivas de la persona: la dimensión biológica, de la que parte la conciencia del cuidado, compromiso y preservación medioambiental; la dimensión cognitiva; la dimensión afectivo-emocional; la dimensión estético-artística; la dimensión social y cívica; y, la dimensión ético-moral y espiritual.
3 Encuentra en el mito de Aquiles una inspiración para la reflexión educativa sobre la tarea de los equipos directivos en contextos vulnerables
Aquiles es llevado por su madre Tetis a la Isla de Esciros para permanecer oculto a la mirada de Ulises. En el gineceo, entre mujeres y disfrazado de mujer, vive ajeno a la guerra de Troya, que es su destino. Troya ejemplifica la gran epopeya griega y el paradigma del deber hacia la comunidad. El mito puede leerse en clave de modelo de desarrollo humano que transita desde el estadio estético, propio de la infancia y de la adolescencia, centrado en un yo sin obligaciones, con todas sus posibilidades abiertas, pero sin concretar, al estadio ético, que caracteriza la vida adulta. Resulta de innegable valor para la reflexión educativa por cuanto requiere pensar sobre los fines de la vida —y también de la educación—, así como sobre el camino necesario para su cumplimiento, un camino que no se puede recorrer sin el necesario liderazgo de Ulises, del educador.
4 No viene a revolucionar nada: parte de lo ya demostrado por la literatura científica, tras la revisión de fuentes documentales de distinta naturaleza
Para la elaboración del marco teórico del programa LEI se ha realizado una amplia revisión de fuentes documentales de distinta naturaleza. Entre ellas, se ha contemplado la literatura científica de carácter teórico y empírico más relevante sobre liderazgo escolar en contextos desfavorecidos, así como las orientaciones emanadas desde diversos Organismos Internacionales al respecto. Se ha realizado también un completo repaso a los marcos competenciales y programas de formación de la dirección escolar utilizados en diferentes países y a diversos proyectos destinados a promover la dirección efectiva de centros educativos en entornos en desventaja, que pueden ser considerados modelos de referencia para el que aquí se presenta. Entre ellos, se encuentran:
  • El liderazgo para la justicia social.
  • El liderazgo escolar en el marco de la educación inclusiva y la equidad.
  • El liderazgo escolar en contextos desaventajados, según los organismos internacionales.
  • Los estándares profesionales de la dirección escolar.
  • El Liderazgo distribuido para la equidad y el aprendizaje (DLE).
  • UNESCO: liderando el desarrollo escolar inclusivo.
5 El programa LEI se dirige a centros que trabajan en entornos de especial dificultad.
la acción educativa debería tener un mayor poder transformador para conseguir la equidad y mejorar las condiciones de los entornos personales de los estudiantes (familiar, emocional, de seguridad, intelectual y de bienestar). El LEI tiene una visión optimista sobre el presente y el futuro de los estudiantes. Los profesores confían en los talentos y las posibilidades de desarrollo de los alumnos. Además, y precisamente por el contexto de especial dificultad, un liderazgo de este tipo se caracteriza por su intención de abrirse y relacionarse con el entorno y, a la postre, ser un punto de referencia para su transformación y mejora.
6 Propone un liderazgo ampliamente distribuido, gracias al cual las personas que están junto al líder mejoran, cambian desde dentro, sacan lo mejor de sí mismas
En los centros que atienden población en riesgo, el compromiso ético del propio líder es una condición necesaria y está alineada con la búsqueda de la equidad, la inclusión y las expectativas de mejora de las personas y el entorno.  El director, desde su autoridad educativa reconocida, es el principal responsable de conformar un equipo líder con este objetivo común, implicado en diseminar y contagiar en toda la organización del centro escolar el compromiso con la visión. La concepción de un liderazgo ampliamente distribuido lleva consigo incorporar a los más identificados con el proyecto, así como al equipo de líderes intermedios dentro de una perspectiva sistémica: tutores y responsables de departamento (lengua, matemáticas, naturales…) en la secundaria; responsables de ciclo en primaria…, que jugarán un papel destacado en el programa LEI. Sólo un liderazgo distribuido que sea capaz de alcanzar al claustro de profesores podrá generar transformaciones visibles en el conjunto de la comunidad educativa y en el entorno próximo.
7 Es, además, un liderazgo adaptativo, flexible y orientador, que presta una atención preferente al acompañamiento de profesores, estudiantes y familias
El desarrollo de todas las personas que forman parte de la comunidad escolar y la creación de relaciones entre ellas son factores básicos del LEI. El LEI pretende desarrollar escuelas que sean espacios de libertad y respeto, potenciando el trabajo entre estudiantes, profesores, familias y comunidad. Se trata, por tanto, de considerar las necesidades del profesorado y del personal no docente del centro y de establecer mecanismos para lograr la implicación de las familias y la colaboración del entorno próximo. Además, el LEI considera de especial importancia el acompañamiento a las personas en la consecución de los objetivos del programa y la recogida de evidencias sobre su marcha y la evaluación de los logros alcanzados, de modo que se pueda dar una retroalimentación constante sobre lo que funciona, los problemas y las vías de solución.
8 Establece un sistema propio de relaciones con cada uno de los miembros de la comunidad educativa
Este liderazgo establece unas relaciones específicas con las familias (respetando ámbitos y justificando quién hace qué, aunque permeando espacios); con los profesores (a los que se marcan objetivos de aprendizaje, revalorizando su competencia profesional y su papel como transmisores de cultura y de conocimiento, como herramienta para la promoción de esa educación integral); y, con los estudiantes (cuyo desarrollo educativo se considera como un todo, pluridimensional). En consecuencia, este liderazgo considera el centro como una comunidad, como un espacio de aprendizaje cívico.
9 Se orienta a la mejora del centro y a la autonomía en la determinación de la visión, misión y proyecto educativo
Nuestro programa procura facilitar instrumentos para que los líderes puedan mejorar su propio centro y ayudarles a que detecten sus propias necesidades. El objetivo común del programa está definido, pero los medios y algunos de los objetivos específicos deben ser particulares para cada uno de los centros y establecidos por sí mismos. Desde una visión compartida, cada centro deberá establecer su propia misión y visión.
10 Se basa en una concepción sistémica que abarca cuatro dominios de actuación: (a) comunicar la visión de la escuela, (b) repensar la organización, (c) adaptar el curriculum y (d) construir relaciones y desarrollar el potencial de cada uno de los miembros de la comunidad educativa
El LEI aborda de manera sistémica el proyecto educativo, el curriculum, las metodologías y los logros alcanzados, siendo estos el resultado de una acción colectiva que involucra, aunque de un modo propio, a toda la comunidad educativa, a los alumnos, a los profesores y a las familias.

Equipo de investigación

Un equipo de investigadores, apoyado y asesorado puntualmente por expertos, especialistas y profesionales de la dirección escolar, aceptó el reto de seleccionar y fundamentar los componentes de ese programa de liderazgo.

ESPAÑA (coordinadores)

Arturo Galán – IP (UNED)

Inmaculada Egido (UCM)

David Reyero (UCM)

Mireia Tintoré (UIC)

PORTUGAL (colaboradores)

Rodrigo Queiroz e Melo (Universidade Católica Portuguesa)

José Maria de Almeida (Universidade Católica Portuguesa)

José Reis Lagarto (Universidade Católica Portuguesa)


© El programa Liderazgo para una Educación Integral (LEI) en contextos vulnerables es un proyecto diseñado e implementado por un equipo de la Fundación Europea Sociedad y Educación, formado por Miguel Ángel Sancho (Presidente), Lola Velarde (Directora de Desarrollo), Mercedes de Esteban (Directora del departamento de investigación), Livia de Cendra (Área de proyectos) y Rosario Semper (Secretaria Técnica).