Temas
El Simposio profundizará en cuatro ámbitos de actuación fundamentales para liderar el centro educativo en contextos vulnerables.
El reto que proponemos a los equipos directivos es explorar caminos para desarrollar todas las dimensiones de la personalidad de los niños y los jóvenes, a lo largo de su paso por la escuela.
Los cuatro temas que anticipamos se convertirán en los cuatro módulos del Simposio, espacios de encuentro, de trabajo y de diálogo para marcar el camino de un liderazgo comprometido con la justicia, la inclusión social y la igualdad de oportunidades.
Desde ahora queremos contar con las opiniones, sugerencias, preguntas o ideas que se nos hagan llegar para enriquecer el enfoque de cada módulo y preparar los debates con antelación.
Estudiaremos cada una, las integraremos en el plan de trabajo y las haremos presentes en Madrid. Nuestros expertos ayudarán a darles cauce.
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Gracias por su colaboración. Nuestros expertos ayudarán a dar cauce a su mensaje.
VISIÓN Y PRINCIPIOS LEI A DISCUSIÓN
¿Dónde queremos que esté nuestra escuela en los próximos años, cómo soñamos que sea, qué queremos lograr?
La literatura científica es consistente al señalar los efectos de algunas formas de liderazgo educativo en escuelas de elevada complejidad por la diversidad de necesidades que plantea su alumnado, las familias de las que proceden y el profesorado que lo atiende. Comprender la multitud de factores -culturales, étnicos, de bajo estatus socioeconómico, procedentes de ecosistemas de pobreza o de violencia-, reflexionar sobre ellos e integrar esta variada realidad en la vida de la escuela es una exigencia para equipos directivos comprometidos con un liderazgo sistémico.
LIDERAZGO DISTRIBUIDO O CÓMO HACER SOSTENIBLE LA ORGANIZACIÓN
¿Cómo influir en las tareas a realizar y en las relaciones con las personas involucradas para llevarlas a cabo?
Para desarrollar una educación integral en contextos desfavorecidos, la escuela tiene el desafío fundamental de encontrar una respuesta organizativa basada en dinámicas propias, en particulares modelos de equidad y de participación inclusiva, en un buen uso del tiempo y de los recursos, en la creación de equipos educativos que trabajen juntos, intercambien experiencias y monitoricen las actuaciones y que, por imperativo ético, persigan el bienestar de todos. Solo bajo los principios que rigen un liderazgo distribuido se podrán crear los cauces necesarios para el desarrollo y la implantación efectiva de la visión recogida en el proyecto del centro, para abrir procesos de consulta basados en la participación y para incentivar la responsabilidad en el desempeño específico de los profesionales del centro.
LA ADQUISICIÓN DE COMPETENCIAS CLAVE EN UN CURRICULUM PARA LA EDUCACIÓN INTEGRAL
¿Cómo crear una estructura pedagógica y curricular concreta para materializar una nueva cultura de centro que haga también nueva la acción educativa?
Un centro inspirado en un liderazgo para una educación integral está dotado de un proyecto curricular innovador y enriquecido por la visión del centro, con la finalidad de motivar a estudiantes y profesores. Dicho proyecto se ajusta a la normativa vigente, pero no puede estar predefinido por un agente externo, sino que debe ser flexible, capaz de adaptarse al contexto particular del centro. No obstante, el programa LEI subraya algunos aspectos diferenciales que afectan a centros con especial dificultad y que son más acordes con el concepto de educación integral para atender los diferentes estilos de aprendizaje, respetar las diferencias y primar los conocimientos, habilidades, actitudes y capacidades que sean relevantes para los estudiantes.
UNA COMUNIDAD EDUCATIVA EN MOVIMIENTO
¿Es posible que la colaboración, la participación, la discusión y el aprendizaje a partir de los puntos de vista de otras personas formen parte de la vida cotidiana del centro?
El liderazgo para una educación integral inspira unas relaciones específicas con cada uno de los miembros de la comunidad educativa: con las familias (respetando ámbitos y justificando quién hace qué, aunque permeando espacios); con los profesores (a los que se marcan objetivos de aprendizaje, revalorizando su competencia profesional y su papel como transmisores de cultura y de conocimiento, como herramienta para la promoción de esa educación integral); y, con los estudiantes (cuyo desarrollo educativo se considera como un todo, pluridimensional). En consecuencia, este liderazgo considera el centro como una comunidad, como un espacio de aprendizaje cívico.
NETWORKING DE BUENAS PRÁCTICAS «REIMAGINANDO LA ESCUELA»
Este networking aportará a las políticas de liderazgo escolar nuevas evidencias sobre modelos e intervenciones educativas sistémicas, transferibles a otros sistemas de educación y formación.
El comité organizador del Simposio propiciará un espacio para intercambiar, consultar y comentar experiencias y prácticas directivas exitosas que permitan conocer cómo la reflexión previa asegura comunicar una visión; cómo una organización de la escuela basada en la distribución de tareas y en el papel de los líderes intermedios (orientadores, tutores) en un contexto de aprendizaje amable y saludable genera confianza mutua y buen rendimiento; cómo una apuesta por la autonomía pedagógica bajo un enfoque competencial facilita el desarrollo de todas las facetas de la personalidad del alumno; y cómo una presencia activa de las familias en la vida del centro y la participación de profesores, estudiantes y personal administrativo en un proyecto común, crea comunidades educativas con altas expectativas.